Mañana
hemos quedado todos junto a tu tumba, tus hijas, tus nietos, tu yerno y yo. Es
nuestro primer día de la Madre sin ti. Te he comprado unas flores preciosas,
aunque sé que a ti no te gustaban mucho.
Ayer
estuve con Carmen, la psicóloga, que dice que cada vez que me ve en consulta
estoy peor, pero que me comprende porque nos conocía desde hace muchos años y
sabe qué tipo de relación nos unía. Incluso me dijo claramente, después de
nuestra conversación, “Tu lo que quieres es morirte, verdad Juan Carlos” a lo
que le conteste “si fuera hoy mejor que mañana Carmen”. Quiere que retome la
vieja idea de realizar "el camino de Santiago" o cualquier “camino” que me aleje
de mi entorno y me ayude a enfrentarme “solo” a mi “soledad”. Que salga de este
círculo vicioso de casa, bar, sacar al perro a mear, casa otra vez en que se ha
convertido mi vida, porque no deseo hacer otra cosa.
No sé qué
hacer cariño, sabes que desde que padezco esta mierda de enfermedad no sé hacer
nada sin tu ayuda. Desde que me dejaste todo se me apodera. Tú eras la luz dentro
de las tinieblas de mi mente.
Niki, tu
perrita se la he dado a Patricia, porque ya no se hacía a vivir en casa y no me
montaba más que rastros, y Rebeka ya sabes que no la podía tener más. Se la ve
contenta, ya sabes que Patricia sale mucho y la saca a todas horas a la calle, además
así la veo. Y Lía está más tranquila sola, no sé qué le pasa a esta perra que
no quiere estar tampoco con nadie, la tengo todo el día echada a los pies y si
me da algún berrinche coge y se va con las orejas gachas al dormitorio.
No sé qué
hacer cariño, ¿porque no me ayudas desde donde estés?, ¿porque no diriges mis
pasos como siempre? ¿No ves que estoy perdido, que fuiste tú quien dirigió mi
vida estos últimos años?
¿Por qué no me llevas contigo?
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