Ahora sí que me encuentro vació. Desde que enterramos
ayer tus cenizas, la casa se ha quedado silenciosa. Ya no tengo tus restos
junto a mí para llorar. Desde que ayer cerraron
el hueco que te contiene, se ha hecho más grande el vacio que dejaste en mí.
Deambulo por la calle como si ya estuviera muerto, me
muevo como alma en pena por casa, ya no siento ni padezco; por lo único que sufro
es porque ya no estás aquí.
Qué razón tenía Bécquer,
cuando compuso su rima;
¿Vuelve el polvo al polvo?
¿Vuela el alma al cielo?
¿Todo es sin espíritu,
podredumbre y cieno?
No sé; pero hay algo
que explicar no puedo,
algo que repugna
aunque es fuerza hacerlo,
el dejar tan tristes,
tan solos los muertos
¿Vuela el alma al cielo?
¿Todo es sin espíritu,
podredumbre y cieno?
No sé; pero hay algo
que explicar no puedo,
algo que repugna
aunque es fuerza hacerlo,
el dejar tan tristes,
tan solos los muertos
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