La vida sigue mi amor. La vida continúa para nuestras hijas,
nuestros nietos…, pero para mí, para mí está estancada.
Cuántas veces te dije
que daría mi vida por ti y sin embargo, tú te has ido y yo continuo vivo. Llorar ya no me consuela, tan solo me hace
resultar más patético a la vista de todos.
Vago por la calle como alma en pena, sin saber a dónde dirigir
mis pasos. Vivo de tú recuerdo y cada día pido que termine esta miserable vida
que llevo. Cuando veo a Tomas o a mi madre, me pregunto cómo pueden hacerlo; como
pueden seguir viviendo como si nada hubiera pasado, como si tú hermana o mi padre siguiera vivos.
Cariño, se que desearías que solucionara todo antes de
marchar contigo pero, cada día se me hace mas cuesta arriba y pienso que si
dilato ese momento en el tiempo, por dejar las cosas arregladas para las
chicas, me pasara como a ellos , que me acostumbrare a que no estés conmigo y que
podre vivir sin ti. Quizás amargado, solitario, triste… como ahora que ya ni puedo cuidar de Lucía, porque estoy desquiciado de los nervios, pero viviré. Aprenderé a
vivir “solo”, una vida triste y anodina,
pero seguiré aquí mientras tú sigues esperando que vaya a tú lado.
Voy hacia ti cariño, debo partir a buscarte cuanto antes, no debo esperar más, no he de pensar en
lo que dejo atrás. No puedo estar pensando siempre en los demás.
Como se suele decir; “TODO TIENE SOLUCIÓN MENOS LA MUERTE” y
yo, ya estoy muerto. Los demás...
Los demás continuaran viviendo aunque yo no exista.
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