Amanece y llueve, pasa el día y llueve. ¿Son tus lagrimas mi amor porque no voy a tu
lado o, quizá las mías que hasta el cielo ya han llegado?
Espera mi amor espera, solo un poco más mi amor y no te
aflijas. Hay tantas cosas que solucionar. Voy tachando la lista poco a poco ya
sabes que, en esta vida terrena, todo lleva su tiempo, para los vivos la vida
sigue igual que siempre, nada cambia cuando alguien muere, solo para aquel que
siente el corazón marchito.
Todo quedo dicho mi vida, todo lo dijimos. En esa mirada
final que nos cruzamos. Ese segundo que arrancamos a la muerte para decirnos espérame
y te espero. Ven pronto mi amor a acompañarme que tengo miedo de estar sola en
el Hades.
Le ganamos la batalla por la mano, no esperaba a ambos
juntos encontrarnos. La mire a los ojos y le dije; ya no te temo aunque antes
te temiera, no por mi sino por quien más quería. Hoy te la llevas pero buscare
tu sombra y romperé tú hechizo, la arrancare de tus garras y volverá a ser mía
como antes.
Cuantas noches pase peleando, ahuyentando tu presencia de aquel
cuarto; invocando a Dios y a dos mil santos, con la Biblia estrechada entre mis
manos. Pero Dios no se olvido de mis pecados, no tuvo a bien echarnos una mano.
¿Cómo quieres que te llame padre, si cuando más te necesite te apartaste de mi
lado?
La vida no se mide por los años, sino por los momentos
felices que has pasado. ¿De qué te sirven pues los muchos años, si con quien eras
feliz no está a tu lado?
Que la tierra se apisona con los años, que el tiempo restaña
las heridas, que es normal por lo que estas pasando son palabras cargadas de ironía.
La buena voluntad te jode el alma, al ver que los demás no entienden nada; acaso
sabes tú como me siento, que relación tenia con mi amada, si era ella quien por
mi vivía o acaso ¿no sería yo quien por ella viviría?
Espera un poco más preciosa mía, tan solo un poco más que pronto
acabo. Las chicas están bien, ya sabes… tristes y con problemas, pero son duras
de piel como nosotros, saldrán adelante ellas son fuertes, llevan tú sangre
corriendo por sus venas. Solo les falta buscar ese consejo que ni tú ni yo
podemos darles. Buscarlo en el fondo de su alma para siempre hacer lo más
correcto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario